Paciencia.

¡Cómo me gustaría tener todo el tiempo del mundo!

O mejor dicho, no tenerlo. Que el tiempo no existiese. Que sólo se rigiese por nuestros deseos. 

¿Que quieres dormir? Dormirás. 

¿Que quieres comer? Comerás.
¿Que quieres volar? Volarás.

¿Que quieres recorrerte el mundo haciendo el pino con las orejas? Lo conseguirás.
¿Que quieres aprender a vivir? Aprenderás, y serás sabio. Porque tienes todo el tiempo de mundo.

La vida va demasiado rápida. Tan rápida que se mide en segundos. En un segundo, puede cambiar todo. Una simple decisión, por más insignificante que sea, determinará los infinitos segundos siguientes. Da miedo la velocidad con la que transcurren los acontecimientos, me pone los vellos de punta. No tenemos poder, ninguno, sobre nuestro futuro. No merece la pena pensar "qué habría pasado si..." ya que nunca lo sabremos. Ha pasado así... porque sí. El tiempo nos determina. Por eso lo odio. La reacción Causa-Efecto no me gusta. Quisiera poder cambiar todas las causas para experimentar todos los efectos posibles. 

Pero sin el tiempo, en cambio, no somos nada. La vida sería eterna. Y la vida tiene sentido, siempre, cuando hay muerte. ¿Para qué nos fuerzan en el colegio de pequeños? Para que aprendamos. ¿Para qué quieren que aprendamos? Para poder tener un buen futuro laboral. ¿Para qué tener u0n buen futuro laboral? Para trabajar y vivir cómodamente. ¿Para qué vivir cómodamente? Para poder morir satisfechos. Todo se reduce a eso. El tiempo continúa para siempre, pero para cada uno, la infinitud termina con la muerte. Que míseros somos. Pero qué maravillosos. Sólo el que se da cuenta de su miseria puede llegar a ser perfecto.

Quisiera tener todo el tiempo del mundo para hacer ésto:

Se ve que hay personas que no hacen nada productivo... como, por ejemplo, escribir palabras sin sentidos durante un rato en un blog de poca monta que dos personas leerán. Pues prefiero perder el tiempo de esa manera. Me llena.

David