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miércoles, 5 de agosto de 2009

El texto sentido: Marcianos.

Ray Bradbury cumplirá ochenta y nueve años el próximo 22 de agosto, y afirma estar preparando un nuevo libro de cuentos para la próxima primavera. Es un viejecillo rechoncho y bonachón, que suele vestir pantalones cortos y unas horrorosas gafas de pasta negra. Su casa se presenta como un simpático caos. Bradbury es el autor de dos novelas hermosas y mágicas: Farenheit 451 y Crónicas marcianas, además de un centenar de cuentos perfectos, fantásticos y de terror. Además de un libro de ensayo sobre la creatividad literaria llamado Zen en el arte de escribir, donde transmite su idea de la Literatura y la creación poética como algo bello y abrumador otorgado por los dioses a unos pocos mortales (si queréis saber más sobre este curioso individuo, su página oficial, http://www.raybradbury.com/ es francamente buena).

Crónicas marcianas es pura poesía. Una serie de relatos a través de los cuales asistimos a la conquista y colonización de Marte por los sucios y brutales terrícolas. Los marcianos no son esos seres de antenas, piel verde y cabeza aberenjenada con ansias de destrucción a través de sus desintegradores de neutrones; todo lo contrario: se trata de una civilización superior en su sensibilidad y hermosa en sus rasgos, que será aniquilada inevitablemente por las sucesivas expediciones terrestres. La repercusión de este libro en su momento fue tanta que uno de los cráteres del planeta rojo fue bautizado con el nombre de Bradbury.

El fragmento que he seleccionado pertenece a uno de los capítulos protagonizados por la tercera expedición a Marte. Decidí escoger el diálogo entre el capitán Wilder y el prófugo Spender, que se ha pasado al lado de la ya aniquilada raza marciana, porque en él se tratan temas que hemos tocado aquí alguna vez con el punto genialmente cándido y esperanzador de Ray.


Patricia




-Los marcianos descubrieron el secreto de la vida entre los animales. El animal no discute su vida, vive. No tiene otra razón de vivir que la vida. Ama la vida y disfruta de la vida. Observe la estatuaria; cómo los símbolos animales se repiten una y otra vez.
-Parece algo pagano.
-Al contrario, son símbolos divinos, símbolos de vida. También en Marte el hombre había llegado a ser demasiado humano, y no bastante animal. Los hombres de Marte comprendieron que si querían sobrevivir tenían que dejar de preguntarse de una vez por todas: «¿Para qué vivir?» La respuesta era la vida misma. La vida era la propagación de más vida, y vivir la mejor vida posible. Los marcianos comprendieron que se preguntaban «¿Para qué vivir?» en la culminación de algún período de guerra y desesperanza, cuando no había respuestas. Pero cuando la civilización se tranquiliza y calla, y la guerra termina, la pregunta se convierte en insensata de un modo nuevo. La vida es buena entonces, y las discusiones son inútiles.
-Me parece que los marcianos eran bastante ingenuos.
-Sólo cuando les convenía. Renunciaron a empeñarse en destruirlo todo, humillarlo todo. Combinaron religión, arte y ciencia, pues en verdad la ciencia no es más que la investigación de un milagro inexplicable, y el arte, la interpretación de ese milagro. No permitieron que la ciencia aplastara la belleza. Se trata simplemente de una cuestión de grados. Un hombre de la Tierra piensa: «En ese cuadro no hay realmente color. Un físico puede probar que el color es sólo una forma de la materia, un reflejo de la luz, no la realidad misma». Un marciano, mucho más inteligente, diría: «Este cuadro es hermoso. Nació de la mano y la mente de un hombre inspirado. El tema y los colores vienen de la vida. Es una cosa buena.


Hubo una pausa. Sentado al sol de las primeras horas de la tarde, el capitán miraba con curiosidad el pueblo fresco y silencioso.

- Me gustaría vivir aquí.-dijo.

- Puede hacerlo, si quiere.




("Aunque siga brillando la luna", Crónicas marcianas)

4 comentarios:

  1. Mmm...
    He de leer ese libro, parece bastante interesante...
    Por lo pronto, Lírika me lo prestará cuando esté de viaje. Ya os contaré qué me ha parecido, aunque desde ya sé que me gustará.

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  2. A mi también me gustaría vivir allí. Lo de los marcianos es otra historia jeje. Me entraron ganas de leerlo. Muy buena Patri

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  3. OH DIOS, ESE LIBRO *O* !!!

    Me lo leí allá por 4º de E.S.O. y realmente ... es maravilloso, es que... este hombre, describe las cosas de una forma tan extraordinara y bella... gracias a él me enamoré de la ciencia ficción, jaja. Tras su lectura, tiempo después e inevitablemente, tuve que leerme Farenheit 451, y... es más original si cabe su forma de escribir en este ejemplo. Además, es tan irónico el argumento... jaja. Le profeso mi amor, sí si si xd.

    Lírika.

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